Ermita de la Piedad 1945

Ermita Piedad Almendralejo


Fotografía del año 1945. Paseo de entrada a la Ermita de la Piedad. Al fondo la Plaza de toros. A este conjunto se le conocía como "la sartén".

HISTORIA

Situada en el Atrio de la Piedad, declarada Bien de Interés Cultural, posiblemente se construyó a comienzos del siglo XVI cuando apareció la imagen de Nuestra Señora de la Piedad, aunque no existe ningún documento que lo corrobore. La tradición cuenta que la imagen fue hallada en 1507 por un labrador mientras realizaba sus labores en el lugar y al cavar con su azadón donde se encontraba la imagen ésta clamó “piedad, piedad”, la desenterró y se la entregó al párroco. Se desconoce el aspecto de la antigua ermita pues ha sufrido varias transformaciones a lo largo de los siglos. En 1725 el edificio estaba casi en ruina y por ello se decidió su reforma y ampliación, se construyeron el crucero, el presbiterio, la sacristía y el camarín decorándose conpinturas murales.

A finales del siglo XIX se colocó el pavimento de mármol, el púlpito de hierro y las rejas del presbiterio, del coro y del crucero. En el año 1904, gracias a los beneficios obtenidos en una corrida y a las limosnas de los vecinos, se colocó el zócalo de azulejos y se restauró totalmente el camarín, pintándolo y tapizándolo con terciopelo y raso.

En la actualidad el santuario es un edificio muy sencillo de pequeñas dimensiones con fachada encalada, espadaña y acceso porticado con tres vanos de medio punto.

El templo es de pequeño tamaño, tiene planta de cruz latina, cubierta por bóveda de crucería estrellada y el presbiterio cubierto por una cúpula de media naranja con pintura mural que representa a la Inmaculada rodeada de ángeles y en las pechinas se disponen escenas de la Virgen enmarcadas en orlas de madera de cedro tallada y estofadas, obra de Jesús Curquejo Murillo en el año 2002.

El camarín situado encima de la sacristía y detrás del retablo mayor es de planta cuadrada y cubierto por una cúpula de media naranja sobre pechinas decorada con pinturas murales del siglo XVIII de autoría anónima y restauradas por última vez en 1996 por el pintor italiano Giovanni Gritti. En el centro de la cúpula se sitúa la imagen de Dios Padre y debajo los arcángeles y ángeles músicos.

Cuenta el santuario con tres retablos barrocos del siglo XVIII tallados y dorados por Isidro Bayón de Fuente del Maestre; el retablo mayores de un solo cuerpo donde destaca las columnas salomónicas y el vano de medio punto a través del cual se observa a la Virgen situada en el camarín; el retablo de la derecha está dedicado a San Blas y en su hornacina alberga la talla anónima de Santo policromada y estofada realizada en el siglo XVI; el retablo de la izquierda dedicado a San Roque alberga la talla policromada y estofada del Santo realizada en 1667 por Tomás Rodríguez en Zafra.

La imagen original de Nuestra Señora de la Piedad, patrona de la localidad se encuentra, en una hornacina lateral de la nave, la imagen es de piedra policromada, tiene una altura de 60 centímetros y pesa 83 kilos.

La imagen de la Virgen de la Piedadque se encuentra en el camarín, obra anónima de 1705, es una imagen de vestir, la cual sólo tiene tallado en madera el rostro y las manos; la Virgen sostiene en su brazo izquierdoal Niño tallado en madera. Esta imagen sustituyó a otra talla del siglo que se encuentra hoy en la iglesia del Concento de Santa Clara.

Destacamos dos importantes obras pictóricas; la primera es un óleosobre lienzo del siglo XVI que representa a la Virgen de los Dolores, atribuido a la Escuela del Divino Morales con el marco tallado de estilo barroco; la segunda es también un óleo sobre lienzo del primer tercio del siglo XVII representa a Santa Teresa de Jesús, obra de Luis Tristán Escamilla discípulo del Greco, fue donada por Don Diego Golfín al Santuario.

El órgano situado en el coro fue donado por los Marqueses de la Colonia en 1926 con 602 tubos sonoros de estaño y caja de madera de caoba; y el trono procesional, obra de los maestros sevillanos Herrera y Feria.

Por último mencionar el trabajo de azulejería del ceramista almendralejense Pedro Navia que da un toque peculiar a todo el conjunto.

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